lunes, 11 de abril de 2011

Brigadeiro, el típico dulce brasileño

Aqui os presento el más típico, pero no menos bueno, dulce brasileño. Un dulce tan polivalente que tanto se puede hacer para matar el gusanito de las tardes del día a día, como se sirve en las más sofisticadas bodas y eventos sociales brasileños. De infinidad de maneras de presentación y sabores, el brigadeiro puede ayudarnos mucho en una celebración. Con apenas poquisimos ingredientes y pocos cambios, podremos hacer de la misma receta, diversas opciones que, sin duda, alegrarán vuestra vista.




Ingredientes (aproximadamente 30 bolitas):
- 1 lata grande de leche condensado.
- 5 cucharadas de chocolate en polvo.
- 1 cucharada de mantequilla.
- Mantequilla para untar las manos.
- Virutas de chocolate (de buena calidad).

En una cazuela media y a fuego médio-alto, colocaremos la cucharada generosa de mantequilla y dejaremos deshacer hasta que esté líquida. Abrimos la lata de leche condensado y echamos todo el contenido a la cazuela.

¡Muy importante: A partir de ahora no se puede dejar de remover! Removiendo constantemente a fuego médio-alto, despejamos las cinco cucharadas de chocolate en polvo (o más dependiendo de lo oscuro que lo queramos). Removeremos constantemente hasta que veamos que va espesando. El punto óptimo es cuándo al remover consigamos ver el fondo de la cazuela, al pasar la cuchara en el fondo, más que lo habitual. Estará bastante espeso y veremos como hierve mucho. Olerá a quemado, se pegará al fondo, se crearán grumos y comprometerá el sabor sino removemos constantemente.



Una vez esté hecho, podemos sacarlo del fuego. Colocamos la cazuela en el mármol de la cocina y removeremos un poco más a fin de sacar su brillo natural e intenso.
Dejaremos enfriar completamente. Una vez frío y con una cuchara, cogeremos de una en una cantidad en las manos, previamente untadas en mantequilla.
Haremos movimientos con las manos como si estuviesemos haciendo almóndigas, ¡Pero de chocolate!


Despues de cada brigadeiro hecho, y antes de disponerlos en su presentación, los pasaremos por un cuenco lleno de virutas de chocolate para su acabado. Para presentarlo podemos disponer de vasitos de papel pequeñitos y poner de uno en uno los brigadeiros separados. ¡Que tengais una buena y deliciosa fiesta!



Con virutas de colores o de otros formatos, así como con decoraciones más sofisticadas,
podremos customizarlos a nuestro gusto.


Rellenos con frutas darán un toque muy gustoso a ellas.


El brigadeiro, para el día a día y originalmente, se come a cucharadas.
Pero tambien podemos hacer originales apresentaciones dependiendo de las necesidades.


¡Y finalmente, podemos utilizarlo, aunque más líquido, para cubiertas de pasteles de cumpleaños y relleno del mismo!
En otro post colocaré una buena receta de pastel con ésta técnica.

Risoto de arroz salvaje y pollo con judías verdes

Ésta es una versión customizada a nuestro gusto de una vieja receta que una vez encontré por ahí. La original contenía pistachos en vez de cacahuetes y guisantes en vez de judías verdes.

Una buena opción para aquellas noches en que nos apetece comer algo sustacioso pero sencillo y sobretodo tibio, agradable al paladar.

Un risoto muy sabroso y sobretodo muy nutritivo, completo y casero. ¡¿A qué esperais?!
¡A cocinar!




Ingredientes para 7 personas:

- 190 grs. de arroz salvaje (Recomendación: Cajita de la marca NOMEN)

- 190 grs. de arroz largo blanco.

- 1 cebolla grande picada.

- 2 dientes de ajo picados.

- Unos dos vasos de agua.

- Aceite de oliva virgen extra.

- 500 grs. de pechuga de pollo troceada en cubitos.

- 200 grs. de judías verdes planas troceadas en rectángulos.

- 125 grs. de cacahuetes fritos y repelados.

- Pimentón en polvo.

- Pimienta negra molida.

- Sal a gusto.



En una olla mediana chorrear aceite de oliva virgen extra (unas tres cucharadas) y sofreír la media cebolla picada y los dos dientes de ajo hasta que se reblandezca.


Colocar el arroz salvaje y el arroz largo. Revolver para fritar un poco. Inmediatamente verter el caldo de pollo y dejar hervir. Cuándo hierva, bajar el fuego a medio-bajo. Revolver siempre de vez en cuándo. No salar porque el arroz salvaje ya viene condimentado en su caja.


El arroz salvaje tardará más en coger un puntito blando, así veréis como se va secando el agua del caldo. Acrecentad agua a ojo para que no se seque el arroz a fin de hacer llegar a su punto el arroz salvaje. (Aproximadamente unos 25 min. de cocción)


Mientras el arroz se va haciendo, en una sartén grande y honda, colocar otro chorrito de aceite de oliva virgen extra y la pechuga de pollo troceada en cubitos. Colocar inmediatamente la otra media cebolla picada, sal a gusto, un poco de pimienta negra molida y pimentón a gusto. Fritar a fuego medio-alto revolviendo hasta que el pollo esté hecho. No fritar demasiado ni dejar dorar.


Cuándo el pollo esté hecho, colocar las judías verdes planas cortadas en rectángulos y sofreír más hasta que el verde de las judías obtenga un tono más intenso. Revolver siempre. Reservar hasta que el arroz esté hecho.


Cuándo el arroz esté cocinado y sin caldo, seco, se adiciona el sofrito de pollo y judías verdes al arroz.


En éste punto colocamos los cacahuetes a la mezcla y mezclamos un poco sin chafar.


Dejaremos templar unos minutos antes de servir.



Esta es mi aportación al concurso Chef Pimienta rosa de Abril, edición la cuál está basada en la temática de "arroces". ¡Espero ganar!